Ejercicio físico y sus beneficios
Realizar actividades donde se necesite esfuerzo físico puede ser considerado una terapia alternativa, en la que se mejora la condición física y mental de la persona.
El hacer ejercicio físico ayuda a tener un cuerpo sano, y al tener un cuerpo sano se aumenta la esperanza de vida, combate la ansiedad y la depresión, fortalece los huesos, ayuda a dormir mejor y por supuesto, mejora la apariencia física de la persona y con esto el auto concepto.
También se produce la sudoración, el sudor no sólo expulsa toxinas del organismo sino que además lo protege de infecciones, gracias a una proteína (demicidina) que segregan las glándulas sudoríferas que es capaz de exterminar microbios. La acidez y la sal del sudor ayudan a la demicidina a aniquilar bacterias e incluso hongos.
El sudor es producido para regular el exceso de calor; al mismo tiempo, el aumento de temperatura ayuda a mejorar el sistema inmunológico mediante la prevención y el combate de las infecciones.
Al realizar ejercicio se fortalecen los músculos, se queman grasas y se liberan endorfinas, que generan una sensación de bienestar en las personas; también ayuda a que la persona se sienta más segura y con una autoestima más alta, en otras palabras, hace que la persona se sienta más feliz.
Una gran ventaja es que hay una gran variedad de actividades que se pueden realizar, de modo que la persona puede escoger la que sea de su gusto y se encuentre dentro de sus capacidades.