Sugerencias para aliviar el propio dolor
Pedir ayuda especializada. Recurrir a un profesional especializado, médico, psicólogo, psiquiatra, terapeuta que sea de nuestra confianza o que haya sido recomendado por alguien en quien confiemos. Esto es una de las primeras cosas que hay que hacer.
Llorar. Las lágrimas consuelan el alma. Los niños después de llorar mucho suelen quedar plácidamente dormidos. Llorar es bueno y, entre otras cosas, permite en otros momentos reír.